Prepara los ingredientes
Antes de comenzar, reúne todo lo que necesitas. La clave de la tortella francesa está en la rapidez del proceso, por lo que tener los ingredientes listos es esencial.
Bate los huevos
En un bol, rompe los huevos y bátelos con un tenedor o batidor de mano.
Asegúrate de mezclar bien las claras y las yemas hasta obtener una consistencia homogénea.
Agrega una pizca de sal (y pimienta, si lo deseas).
Calienta la sartén
Usa una sartén antiadherente pequeña para que la tortella conserve su forma clásica.
Ponla a fuego medio-bajo y derrite la mantequilla. Asegúrate de que no se queme; debe quedar espumosa y ligeramente dorada.
Cocina los huevos
Vierte la mezcla de huevos en la sartén caliente.
Deja que los huevos se asienten unos segundos sin remover.
Con una espátula de silicona, comienza a mover los bordes hacia el centro, inclinando la sartén para redistribuir la mezcla líquida hacia los lados. Este paso asegura una cocción uniforme.
Dobla la tortella
Cuando los huevos estén mayoritariamente cocidos pero aún ligeramente húmedos en la superficie, utiliza la espátula para doblar los bordes hacia el centro, formando un óvalo o un rollo suave.
Puedes inclinar la sartén para ayudarte a darle forma.
Sirve inmediatamente
Retira la tortella de la sartén antes de que se dore demasiado. La tortella francesa debe ser ligera y esponjosa, con un interior tierno.
Espolvorea hierbas frescas por encima para un toque de color y sabor.