Pechugas de pollo horneadas a la perfección , jugosas, tiernas, fáciles y muy sabrosas. Esta es una receta que todos deberían saber dominar
Esta es la receta de pechuga de pollo más popular que he publicado. Es una pechuga de pollo al horno JUGOSA espolvoreada con un condimento simple y mágico , horneada hasta que se caramelice. ¡Es simple, rápida e increíblemente sabrosa! Esta es una de las favoritas de los lectores junto con el pollo con miel y ajo , este épico pollo con costra de parmesano y el pollo crujiente con ajo .

¡Una pechugas de pollo al horno jugosas y fáciles!
Aunque siempre mantengo firme que la carne marrón es mejor que la blanca (más sabor, más jugosidad), la pechuga de pollo magra es un producto habitual en mi carrito de compras, semana tras semana.
Así que hoy voy a compartir mi receta de cómo hago pechuga de pollo al horno.
¡Nunca podemos tener demasiadas recetas de pechuga de pollo rápidas y realmente buenas!
Tan simple como suena, si golpeas una pechuga sazonada en el horno sin pensar, lo más probable es que termines masticando pollo seco, rociando furiosamente grandes cantidades de ketchup para intentar salvarlo.
No tiene por qué ser así. Aquí tienes un fabuloso y sencillo condimento mágico para pechuga de pollo al horno:

Ingredientes para pechuga de pollo al horno
Para hacer esta receta de pechugas de pollo al horno, necesitarás:
- Pechugas de pollo deshuesadas y sin piel: puedes comprar pechugas de pollo frescas (mi preferencia) o pechugas de pollo congeladas (que tendrás que descongelar por completo antes de usarlas). Hoy en día, algunos pollos también vienen en salmuera, en cuyo caso puedes omitir el paso uno que se indica a continuación.
- Mantequilla o aceite de oliva: ¡ tú eliges! A mí me gusta el sabor extra que aporta la mantequilla, pero el aceite de oliva también funciona bien.
- Sal kosher: un ingrediente esencial en nuestra salmuera, y también usaremos sal para condimentar el pollo antes de hornearlo.
- Condimentos: Incluí una mezcla multiuso de pimentón ahumado, ajo en polvo, sal y pimienta negra en la receta que aparece a continuación, que es muy sencilla y combina con casi todo. Pero siéntete libre de sustituirla por cualquier mezcla de condimentos secos que prefieras.

¿Cuánto tiempo se debe cocinar la pechuga de pollo?
Una pechuga de pollo mediana tardará entre 18 y 20 minutos en hornearse a 220 °C (425 °F). Cocinarla fuerte y rápido a alta temperatura es el secreto para lograr una caramelización espectacular y un pollo ultra jugoso por dentro. ¡ Aquí no hay pechugas secas!
El condimento de este pollo actúa como una guía perfecta para determinar el punto exacto de cocción. Cuando la superficie del pollo adquiere una caramelización dorada y apetitosa, es la señal definitiva de que está listo. Este proceso no solo mejora el aspecto del plato, sino que garantiza que el interior esté perfectamente cocido, manteniendo toda su jugosidad y ternura. Una vez que notes esta transformación en el exterior, retíralo del horno de inmediato para evitar que se cocine de más. La caramelización no solo aporta un sabor excepcional, sino que también asegura que cada bocado sea tierno y delicioso. Confía en este simple pero efectivo indicador y logra resultados impecables sin necesidad de complicarte.
Mi último consejo para preparar una pechuga de pollo al horno realmente deliciosa es golpearla hasta que tenga un grosor uniforme, ya sea con un rodillo, un mazo para carne o incluso con el puño (muy terapéutico). Esto tiene el doble efecto de cocinar de manera uniforme y ablandar la carne.
El secreto detrás de este pollo al horno es el condimento simple y mágico.


Pechugas de pollo al horno
Ingredients
Ingredientes para pechugas de pollo al horno:
Pechugas de pollo deshuesadas y sin piel: Preferiblemente frescas, aunque también se pueden usar congeladas (descongeladas previamente).
Mantequilla o aceite de oliva: Según tu preferencia para aportar sabor y jugosidad.
Sal kosher: Para la salmuera y para sazonar antes del horneado.
Condimentos:
Pimentón ahumado
Ajo en polvo
Pimienta negra
Sal adicional (si es necesario)
Instructions
Preparación inicial:
Precalienta el horno a 220 °C (425 °F).
Si las pechugas están frías, déjalas reposar a temperatura ambiente durante 15 minutos.
Preparación de las pechugas:
Golpea las pechugas con un rodillo o mazo para carne hasta obtener un grosor uniforme.
Sazona ambos lados con una mezcla de pimentón ahumado, ajo en polvo, pimienta negra y sal.
Opcional: salmuera (si las pechugas no vienen en salmuera):
Prepara una salmuera con agua y sal kosher.
Sumerge las pechugas en la salmuera durante al menos 15 minutos, luego sécalas con papel absorbente.
Preparación de la bandeja:
Engrasa una bandeja para hornear con mantequilla o aceite de oliva.
Horneado:
Coloca las pechugas sazonadas en la bandeja preparada.
Hornea durante 18-20 minutos, o hasta que la superficie esté caramelizada y el interior alcance una temperatura de 74 °C (165 °F).
Reposo:
Saca las pechugas del horno y déjalas reposar durante 5 minutos antes de cortarlas.
Almacenamiento (opcional):
Para conservarlas, guarda las pechugas en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3-4 días.
Para congelar, corta en rodajas, cubos o desmenuza antes de guardarlas en el congelador (hasta por 3 meses).
Recalentado:
Para recalentar, agrega una cucharadita de agua sobre las pechugas, cúbrelas con una tapa apta para microondas y calienta hasta que estén calientes.
Consejos para obtener las pechugas de pollo más jugosas
Antes de empezar a hornear recuerda estos tres consejos importantes para conseguir un pollo tierno y jugoso.
- Deje el pollo a temperatura ambiente: si lo cocina frío, recién sacado del refrigerador, es más probable que se cocine de manera desigual, con una cocción excesiva por fuera y una cocción insuficiente por dentro. Por lo tanto, déjelo reposar a temperatura ambiente durante unos 15 minutos antes de cocinarlo.
- Use pechugas de pollo de tamaño similar: si hornea una pechuga de pollo de 5 onzas junto con una de 8 onzas, es probable que la pechuga de pollo más pequeña se vuelva gomosa cuando la más grande esté lista.
- Golpéelos hasta obtener un grosor uniforme: debido a que las pechugas de pollo naturalmente tienen un extremo más grueso que el otro, puede golpear suavemente la parte más gruesa de la pechuga de pollo para obtener un grosor más uniforme, lo que se traduce en una cocción más pareja.
Consejos de almacenamiento
- Para conservar: El pollo se conserva de 3 a 4 días en el frigorífico en un recipiente hermético. ¡Perfecto para disfrutar durante toda la semana!
- Congelar para más tarde: recomiendo cortar en rodajas, cubos o desmenuzar el pollo antes de congelarlo para que sea más fácil recalentarlo. El pollo se puede conservar hasta 3 meses en el congelador.
- Consejos para recalentar: Las pechugas de pollo pueden secarse un poco cuando las recalientes los días siguientes. Por eso, te damos un pequeño consejo: agrega una cucharadita de agua en la parte superior del pollo y luego cúbrelo con una tapa apta para microondas antes de recalentarlo. Se cocinará un poco al vapor, lo que ayudará a que el pollo absorba parte de la humedad y lo revitalice.